AAAAAAAAAH.

Hay algo que te grita que no te dejes cortar las raíces para caber en la maceta que te adjudicaron, para ser un bonito bonsai fácil de transportar, una decoración muy piola.
Hay algo que te grita que subas la montaña y no camines la meseta, porque esa sencillez te priva de las alturas, de la perspectiva más amplia, del horizonte más infinito.
Hay algo que te grita que no admires las cifras, sino las flores; que no aceptes las probabilidades, sino las ilusiones; que no endioses a las estadísticas, sino al cielo y todo lo que queda bajo su custodia.
Hay algo que te grita que los rayos ultravioletas del sol no son ni por putas tan nocivos como los de la pecera hipnótica.
Hay algo que te grita que las alas están, pero si no las usás se oxidan, se pudren.
Hay algo que te grita, no te tapes los oidos ni te hagas el sordo...